Llega el verano y apetece playa. Apetece sol, toalla y arena. Atardeceres eternos y regusto a salitre en la boca. Y apetece aún más con gente como Marta y Saúl: una de esas parejas que no necesita hablar para comunicarse, porque les basta una mirada. Que son pura naturalidad y desparpajo ante la cámara. Que comparten pasión por las motos de agua.

¡Qué rápido pasa el tiempo! Ya hace casi dos años desde que les conocimos. Y ya entonces tenían súper claro que querían hacer un vídeo de preboda playero para proyectarlo en su entrada al banquete, el día de su boda.

Dicho y hecho: cogimos bañadores y pusimos rumbo a la costa, donde grabamos este genial vídeo de preboda.

Esperamos que os guste tanto como a nosotros, ¡y muy prontito os enseñamos el vídeo de su boda!